La llama panamericana llegó a Caacupé, capital del Departamento de Cordillera, donde fue recibida por autoridades locales y departamentales. La caravana avanzó por las principales calles de la ciudad, acompañada de delegaciones deportivas, instituciones educativas y una entusiasta ciudadanía.
El recorrido finalizó en la imponente Basílica de Caacupé, símbolo de fe nacional, que se convirtió en escenario de una vibrante celebración en honor al deporte y la integración continental. Allí, frente al emblemático templo, se vivió un momento cargado de emoción, con la participación de Tito y Tika, quienes animaron una jornada inolvidable.
La ciudad de Caacupé, reconocida por su historia y espiritualidad, se sumó así con orgullo a esta gran fiesta panamericana.